(publicado por Ángela Vidal en su blog cinco sentidos)
El jinete polaco de Antonio Muñoz Molina recoge una narración basada en el concepto de memoria subjetiva, social e histórica. La presencia del pasado es muy notable en el presente de la historia base. Esta representación del pasado en el presente queda
plasmada mediante esa selección de elementos e imágenes del pasado de los personajes principales, Manuel y Nadia, se ordenan y construyen acontecimientos mediante recuerdos propios y memorias colectivas e individuales de antepasados. Los relatos que se narran llevan adheridos emociones y sensaciones que consiguen que la memoria sea individual y subjetiva en muchos casos. Es una novela de memoria donde abundan los recuerdos y se organizan cronológicamente aunque los saltos temporales marcan el ritmo narrativo ya que el personaje principal narra recuerdos de su infancia, de sus padres y abuelos y vuelve de nuevo a ese presente que está viviendo en la actualidad.
Observamos que la novela está escrita mediante frases largas y periodos de tiempo muy extensos para ralentizar el tiempo, todo sucede muy despacio; tematiza el gran abismo del presente y el pasado. En una misma frase, articula diferentes tiempos. Es una reconstrucción de la memoria colectiva del pasado en un momento en que ya no se siente angustia por él.
Los elementos discursivos que se emplean intentan producir un efecto sensorial que nos remita al tiempo de la memoria. Estos elementos connotan la memoria de un modo subjetivo.
Desde un principio, la obra introduce la situación principal. Los protagonistas viven un presente actual pero a los dos les une ese pasado y esas voces testimoniales de los sucesos que marcaron su porvenir. Todo en la novela es un vínculo entre el espacio y el tiempo y también de secuencias no interrumpidas entre el presente y el pasado.
El presente de los personajes se conforma mediante esos recuerdos, a medida que avanza la novela conocemos más profundamente a los personajes, su situación, sus sentimientos… viven un ahora totalmente actual, moderno, en una gran ciudad donde la individualidad prevalece por encima de todo. Los avances y la cultura difieren totalmente de ese pasado que se conmemora y recuerda.
Sus recuerdos se fundan en Mágina, un pequeño pueblo rústico y tradicional. La colectividad, los oficios y cultura nos transportan a unos cien años antes pero el tiempo evoluciona en todo momento hacia delante y atrás. Ese pasado transmite imágenes de infancia, narraciones de sucesos desconocidos para él pero vividos por otros, imágenes borrosas y confusas en muchos casos debido al olvido provocado por el paso del tiempo. “oigo las voces que cuentan, las palabras que invocan y nombran no en mi conciencia sino en una memoria que ni siquiera es mía”.
A pesar de esas imágenes borrosas del pasado, en muchos casos se narran situaciones de un modo muy real, cargadas de detalles que reflejan los sucesos de un modo muy concreto. Se narran sentimientos de antepasados y personajes que ya no están, en algunos casos queda claro que fueron transmitidos de forma intacta pero otras veces sorprende la objetividad con la que se cuentan. Un ejemplo de esto es cuando se cuenta lo que vivió el médico cuando llegó al pueblo, sus miedos, los detalles de su consulta, sus relaciones, la soledad a la que se enfrentó, etc.
Muñoz Molina nos introduce en un universo de memoria mediante una serie de procedimientos narrativos concretos. Los recuerdos se narran a través de descripciones visuales de los ambientes, cuando recuerda Mágina, describe cómo eran sus calles, las casas, la gente, la falta de medios… todo esto actualiza más tarde el presente ya que se define el pueblo de un modo distinto cuando llega la protagonista de nuevo con su padre y todo ha cambiado, ya nada es lo que era antes. Todo ha evolucionado. (Ahora hay timbres en vez de llamadores de metal en las puertas, el piso de tierra ahora es de cemento…)
Hablamos por tanto de tres tiempos; el pasado de sus antepasados, el pasado propio de los personajes que recuerdan ellos mismos y el presente que viven actualmente.
También, como ya he dicho anteriormente, en todo momento, se refleja la incertidumbre de lo narrado debido a que sus propios recuerdos son borrosos y sobre todo debido a la duda de que aquello que le transmitieron fuera realmente cierto o no. Los testimonios que narra son en parte reales y también tienen un tono ficcional. Puede ser que la memoria de esos testimonios varíe, sea exagerada o confusa. Esto queda reflejado en los relatos de Florencio Pérez, que empezó a redactar sus memorias primero contando los hechos reales y más tarde inventado detalles.
El ritmo lento, difuso y melancólico del pasado abunda durante toda la narración; esto sitúa al lector en una experiencia temporal propia del pasado, las frases son muy largas y provocan un efecto de lentitud. Al mismo tiempo, los discursos se producen a través de las marcas temporales y se detalla la procedencia de ese recuerdo mediante términos como “dice mi madre” o “me han contado”.
Las fotografías de Ramiro Retratista, la música y los sueños son elementos clave que funcionan durante toda la novela como referencias al pasado, cuando se recuerda algo viene provocado por el análisis de estos elementos en muchos casos.
Finalmente, observamos que Muñoz Molina hace incapié en la descripción de lo sensitivo ya que así conecta con la memoria testimonial de los sucesos vividos de un modo más realista. Un ejemplo de esta descripción sensorial es cuando encuentran el cuerpo de la mujer ya que se transmite lo que los que estaban presente sentían en ese momento (Parecía que estuviera tocando el mármol de una estatua o la superficie de un lienzo que temiera dañar con el roce de sus dedos, incluso con la cercanía de su aliento).
Todos los recuerdos están fundados en la historia reciente de España. Se trasmite el recuerdo de pueblo rural, los oficios y la cultura del país pero sobre todo refleja la realidad de la guerra, el hambre y la pobreza.
Se narran testimonios que nos hacen regresar a ese pasado fundado en recuerdos y memorias sobre la guerra civil, sus injusticias y miedos. Un ejemplo es cuando Manuel cuenta aquello que su abuelo le contó sobre el sacrificio de un batallón de guardias de asalto en la cuesta de las Perdices y además a través de esas palabras de su abuelo, transmite su desconocimiento sobre palabras que para su antepasado fueron realidades (oscuridad, guerra, batallón, ametralladora, ofensiva…); también el padre de Nadia recuerda su estancia en el cuartel y sus andanzas como comandante. La novela, plasma esas vivencias de nuestros antepasados tan crudas sobre la guerra y que ahora nosotros asociamos a películas y novelas e intentamos forjarnos una idea clara sobre lo que ocurrió en España pero que difícilmente podremos entender lo que de verdad ellos sintieron.
También a través de la adolescencia de Manuel y sus amigos se plasman los gustos de los jóvenes de la época, sus sueños y sentimientos. El rock, la necesidad de escapar del pueblo, la moda, etc.
Toda la novela invita a reflexionar sobre lo que vivieron nuestros mayores, sus vidas, sus labores y dificultades para sobrevivir y mantener a nuestros padres y abuelos. Nos invita a reflexionar y a entender sus miedos y alegrías. Es un claro reflejo de la división a la que el país se enfrentó, de la evolución y las repercusiones de los distintos acontecimientos que se vivieron durante la guerra, los exilios, las muertes, engaños y prioridades de la sociedad de esa España tan trágica y oscura. La inmensa cantidad de detalles nos introducen en un mundo desconocido para nosotros pero al mismo tiempo necesario para comprender nuestro presente, la novela consigue llegar al lector y de este modo, provoca que no olvidemos nuestro pasado y a nuestros antepasados que lucharon por su libertad y sus derechos.
Seguidamente, pasaremos a analizar la novela “La conquista del aire” de Belén Gopegui y destacaremos las diferencias que adopta esta obra con respecto al “Jinete polaco” y el modo de representar lo social en la sociedad del espectáculo Belén Gopegui plantea en el prólogo un programa narrativo que difiere de la narrativa que adoptan muchos de los libros contemporáneos, es decir, apelar a los sentimientos, estimular sensaciones y entretener, casi llegando a asimilarse a ciertos productos televisivos o anuncios publicitarios. Gopegui intenta llegar a la inteligencia del lector, le invita a pensar, intenta iluminar el sentido, propone estructuras, direcciones y experiencias, busca significados e intenta llegar al saber dejando de lado la intención de emocionar. Para lograr todo esto, la autora recurre a una historia cuyo argumento principal es el dinero, las relaciones que se producen en torno a este, las dificultades, diferencias sociales, ideologías y valores que su carencia o presencia determinan; todo relacionado por tanto con la conciencia moral de los personajes y a la vez, del lector que asimila y recibe la información.
Critica la idea de que la ficción debe ser ambigüa sobre el mundo, sobre el significado. Critica la literatura que manipula al lector a través de las emociones causando así imposibilidad de crítica y pensamiento.
Gopegui, quiere explorar las áreas que supuestamente están al margen del dinero, investiga la socialización, como dice en el prólogo, quiere saber y por eso narra; en su obra quiere mostrar la libertad del sujeto. Consigue llegar a tocar la conciencia crítica del lector a través de sus argumentos, plantea la idea de cómo las relaciones económicas permean todas las relaciones humanas, la transformación afectiva de Marta, Santiago y Carlos por culpa del dinero y la contaminación que este provoca llegando a producirse un cambio en sus relaciones individuales y sobre todo morales e ideológicas. La exposición de los ideales de los tres personajes va evolucionando al mismo tiempo que evolucionan sus posiciones sociales; Marta tiene un buen trabajo y gana un buen sueldo, Carlos tiene una empresa con problemas económicos y Santiago es profesor de universidad. A partir del acontecimiento del préstamo, todo va cambiando; se plantea que el amor, la familia y la amistad son ámbitos claramente relacionados con el dinero y las relaciones laborales y observamos cómo evolucionan las relaciones familiares de cada uno de ellos.
Gopegui consigue llevar a cabo este tipo de narratividad que propone en el prólogo a través de esas tres historias relacionadas pero distintas al mismo tiempo. Expone mediante un lenguaje claro y directo las distintas posiciones sociales, los problemas ideológicos de los personajes, las dificultades económicas y las relaciones amorosas y familiares. Consigue apelar a la inteligencia y conciencia crítica del lector mediante esas situaciones ya que son reales y reviven situaciones pasadas o actuales de cada uno de los lectores. De este modo es como consigue llegar verdaderamente al lector. En la novela se puede destacar un momento exacto que determina esta situación; cuando Marta y Guillermo van al cine con unos amigos y la película muestra la historia de una mujer de baja extracción social con multitud de problemas que consigue apelar a los sentimientos del espectador, provoca morbo y lástima, pero la superioridad moral y social del espectador no permite ese acercamiento reflexivo crítico que si consigue Gopegui con los problemas y situaciones que ella plantea, accesibles a un público más amplio. También mediante las distintas conversaciones y actitudes críticas de los personajes consigue crear varias opciones y líneas argumentativas y por tanto, no persigue una única opción sino que en cambio, muestra diversos caminos para que el lector no quede reducido a una única propuesta y por tanto, sea libre.
Para conseguir llegar a interpelar la conciencia crítica del lector, la autora emplea una serie de procedimientos narrativos.
En todo momento emplea un lenguaje directo con gran cantidad de referencias ideológicas de izquierdas mayoritariamente. La inminente victoria del partido popular provoca tristeza en Marta, Carlos reflexiona a través de términos marxistas sobre su empresa y lo que persigue, obtener ganancias. Conversaciones entre Alberto y Carlos sobre política; tanto el PSOE como el PP actúan del mismo modo y por los mismos fines y han corrompido el significado de la política y el sentido de las palabras. Aunque Marta defiende que en el PSOE todavía quedan resquicios progresistas.
Por otra parte, apela también a la memoria y al pasado, de un modo distinto a la memoria que renueva Muñoz Molina. La autora emplea este recurso para conformar la evolución de cada uno de los personajes; la posición social de Santiago ya que su infancia y su familia humilde (el contingente grosero de su infancia, página 187) han llevado a que persiga un objetivo, llegar a ser “alguien” y tener algo, esto lo muestra mediante el préstamo que le hace a Carlos. El mantenimiento de clase social de Marta que siempre ha estado bien económicamente y procede de una familia de alto nivel, en cambio Guillermo recuerda a su padre que vivió las dificultades de la guerra pero ese recuerdo lo realiza a través de una metáfora (había crecido en un Madrid en llamas y dividido). También refiere al pasado de Carlos, la muerte de su hermano, el cristianismo y el marxismo libertario, la infidelidad hacia su mujer, etc. Todas estas referencias pasadas hacen que se conforme y se comprenda mejor sus actuales situaciones y sus constantes cambios y evoluciones.
Además de esas referencias al pasado de los persona jes también se emplean referencias de los recuerdos de otros con frases de manifestaciones de Alberto en la facultad ¡Compañeros, Ahora o nunca!
Destaca también algunas metáforas como la del asiento del autobús con respecto al sitio en la empresa Electra de Carlos (todo está determinado por otra persona con una posición superior o un derecho prioritario al tuyo), comparaciones y gran cantidad de detalles minuciosos. También abundan las preguntas retoricas mediante las cuales se consigue captar la atención y llegar más profundamente al lector.
Abundan durante toda la obra las reflexiones críticas y los pensamientos que son los medios mediante los cuales Gopegui introduce al lector y provoca la conciencia crítica del mismo. Destacamos la idea de que al capitalista no le mueve el deseo de ayudar al prójimo sino únicamente quiere ganar dinero, también la reflexión de la propia autora con la frase “que trasparente y fría era la libertad”, importa también marcar las profundas conversaciones en las cuales los personajes asocian la posición económica con la bondad, la justicia, la conciencia y la felicidad.
Finalmente, Gopegui recurre como ya he dicho al empleo de situaciones cotidianas que suelen suceder a la mayoría de personas de clase media como los estudios, el trabajo, el hogar y la economía planteado todo a través de la simultaneidad de las narraciones.
Finalmente, podemos comparar las dos obras que hemos analizado anteriormente y concluir con que adoptan una ideología literaria distinta e interpelan al lector también de distinto modo.
Por una parte, Molina en el jinete intenta causar sentimientos, sensaciones y morbo mientras que Gopegui tal y como dice en el prólogo busca la conciencia crítica del lector, intenta transmitir sentidos y no solo emociones como Muñoz Molina. Gopegui critica la hiperemocionalidad de las novelas que tratan temas del pasado, exactamente lo que Molina hace en su novela.
También observamos que Gopegui emplea situaciones conocidas por la sociedad actual como puede ser la violencia económica y las mismas relaciones sociales, mientras que Molina recurre a temas menos conocidos actualmente para la clase media española como la guerra y el hambre. Queda claro que el jinete polaco busca producir efectos y conmover al lector a través de los recuerdos de antepasados y testimonios, Gopegui en cambio, intenta producir sentidos a través de los debates y reflexiones de los personajes; de este modo aporta una conciencia crítica al lector. Con esto, queda claro que Molina emplea en su obra el concepto de memoria social ejemplificando el pasado y en la conquista del aire se realiza también un análisis crítico pero del presente con escasas referencias al pasado de los personajes; por esto, Molina consigue provocar melancolía con el ritmo lento de la narración y en cambio, Gopegui emplea un ritmo rápido y pasajero.
Por una parte, el jinete polaco consigue provocar emociones, logra que el lector sienta y sobre todo ha conseguido hacer que recuerde a mis antepasados, me ha llevado a querer conocer sus miedos y preocupaciones, quiero conocer cómo eran sus vidas y sus trabajos pero ahora al igual que Manuel, solo puedo hacerlo a través de fotografías, canciones y conocidos. La conquista del aire, consigue hacer reflexionar más profundamente al lector; los debates de los protagonistas me han introducido en sus mundos. Leer el libro ahora, hace que la reflexión sea más intensa, la crisis agudiza el ingenio ¿el dinero da la felicidad? Desde mi punto de vista, depende de lo que para cada uno signifique ser feliz.